En este estudio, participan investigadores del Baker Heart and Diabetes Institute en Melbourne y la Universidad de Cambridge, así como investigadores de las Universidades de Helsinki, y la Universidad de California San Diego.
El resultado desveló unas fuertes asociaciones entre genes específicos y varios microbios intestinales comunes.
Estudios previos que habían examinado si la variación genética humana puede afectar a la microbiota intestinal, habían sugerido una combinación compleja y poco clara, tanto ambiental y como genética.
La inmersión profunda de datos, en este nuevo estudio, permitió a los investigadores identificar variaciones genéticas humanas asociadas con una gran diversidad de microbios en el intestino, en diversas enfermedades.
Los investigadores identificaron 567 variantes genéticas distintas asociadas con niveles de más de 200 especies microbianas en el intestino, relacionados con la intolerancia a la lactosa, el cáncer colorrectal o el trastorno depresivo mayor.
Además, el artículo abrió importantes áreas de investigación para comprender mejor cómo podemos detectar y tratar diversas enfermedades en función de la genética y la microbiología.
Durante cientos de miles de años, los seres humanos, hemos coevolucionado con los microbios que viven dentro y sobre nosotros. Esto ha desarrollado en un equilibrio muy fino entre nuestros microbios, nuestros genes, nuestras dietas y nuestra salud, concluyó el Dr. Meric, director del estudio.